Jefe dificil

Les cuento que hace unos pocos días leí un artículo sobre los jefes difíciles y quise traer a este blog un poco de historia personal sobre este tema, espero que les guste. Voy a tratar el tema de Cómo aprender de un jefe difícil.

Libro Gerencia Retail

Estando yo recién egresado del programa de formación de directivos de la empresa para la que trabajaba, me nombraron como Jefe Administrativo de un almacén en el centro de la ciudad de Bogotá, y fui a trabajar allá, dejando la comodidad del cargo que tenía en el departamento de sistemas por uno a donde llegaba lleno de solo teoría y nada de práctica.

Para esa época muchos de los gerentes pertenecían a la “vieja guardia” de la compañía, personas con más de 30 y hasta 40 años de labores en la empresa.

Algunos gritaban o vociferaban pidiendo soluciones que ni ellos mismos con toda su “experiencia” eran capaces de brindar, asumiendo que con solo exigirlas se darían como por arte de magia y claro, esto era solo cuando de vez en cuando, y de verdad, muy de vez en cuando, les daba por echarle una mirada al comportamiento de la tienda.

El resto del tiempo se lo pasaban en su escritorio leyendo la prensa y algunas revistas, esto cuando no estaban hablando por teléfono con sus otros colegas. Bastaría solo preguntarles a los jefes comerciales, administrativos y de Almacén para corroborar lo que aquí digo.

Eran las épocas de cuando el correo físico era la manera de comunicarnos entre las dependencias y las oficinas centrales, apenas estaba naciendo el correo electrónico que en sus principios se llamaba “Mensajes Administrativos” y que llegaban a una terminal que teníamos en los almacenes desde donde se imprimían y se llevaban a la gerencia para que este revisara y distribuyera entre sus colaboradores.

Pues bueno, la experiencia no fue ni fácil ni sencilla, a la teoría que había aprendido le hacía mucha falta la experiencia y el acompañamiento de la gerencia para poder avanzar en el rol a cargo ya que este era cero, antes por el contrario, el gerente se deshacía de todo su trabajo (OJO, no delegaba, se deshacía) y terminaba uno haciendo todo lo que le correspondía a él también. Tanto así, que cuando él notó mi indisposición ante lo que estaba pasando, me llamó y me dijo: “Quiero que sepa, que yo llevo 35 años en la compañía y que aquí solo vengo a leer el periódico y a hablar por teléfono, del resto se encarga usted”

Para poder responder por todo, comencé a entrar a las 6 a.m. y a salir a las 10 p.m., abría y cerraba el almacén, toda la labor de oficinas intentaba hacerla cuando no estuviéramos abiertos al público, el personal era escaso y tocaba apoyar y ayudar en todo, incluso descargando la mercancía del camión que llegaba de nuestras bodegas centrales; cuando por el altavoz del almacén anunciaban “personal masculino favor pasar al recibo” allá nos encontrábamos el jefe de seguridad, el asistente de variedades, el jefe de recibo y yo, esos éramos todos… 🙂

Y sin embargo, antes de completar el año en ese almacén algo se tejía por debajo de cuerda y de lo cual me vine a enterar tiempo después…

Bueno, y se preguntarán ¿qué tiene que ver esta historia con el título? ¿Que aprendí de él? Pues de él, NADA!!! Aprendí por él, si no me hubiera tocado hacer todo lo que hice, no hubiera aprendido en tan corto tiempo de tantos temas y funciones de tantas áreas distintas.

Pues siguiendo con la historia, en los primeros días de diciembre de 1993 me ofrecieron irme para otra ciudad, había que tomar una decisión rápida pues necesitaban un administrativo de manera urgente, en esa ciudad habían dos almacenes, ambos muy grandes y superaban en ventas y de lejos al almacén en el que me encontraba, recuerdo que el número de las dependencias era 410 y 411, pero antes de tomar la decisión le pregunté a un compañero que había trabajado en esa ciudad, que qué tal era el tema por allá y me dijo: “Nelson, si es para 411 vete con los ojos cerrados, pero si es para 410 no te vayas, no hay jefe administrativo ni comercial que dure en esa tienda, al gerente que está ahí no le sirve nadie”

Pues por las cosas que Dios y la vida le tiene a uno reservadas, resultó que era para 410 y afortunadamente ACEPTÉ no obstante la recomendación de mi amigo (QEPD), y como aquí si voy a hablar de experiencias positivas, puedo nombrar a las personas por su propio nombre, el gerente de 410 era el Sr. Mario Humberto Hernández Morales y el gerente de 411 el Sr. Roberto Builes.

Llegué a trabajar el 9 de diciembre de 1993 a la ciudad de Cúcuta, en el Ley Avenida Quinta (410), con el Sr. Mario Hernández, eso sí, con muchas reservas de mi parte, no lo niego, debido a todos los comentarios negativos que me habían dicho, pasé el 24 y el 31 de diciembre solo en un hotel pero muy ansioso de que todo me saliera bien. Poco a poco las cosas se fueron dando, el gerente comenzó a confiar mucho en mis capacidades, lo cual permitió que trabajáramos en un ambiente agradable, tanto que solicitaba siempre mi opinión para tomar alguna decisión importante para la tienda, gracias a él y a sus enseñanzas, en menos de un año quedé encargado de ese almacén y a los pocos meses nombrado como gerente del Ley de Tunja, pero esa ya es otra historia.

Para terminar el cuento y darles respuesta a  lo que comenté antes, sobre algo que se iba cocinando por debajo de cuerda, cuando fui nombrado como Gerente del Ley de Tunja, la Jefe Regional, Doña Irma Mora de Vargas, me dijo: “Y pensar Nelson, que si no hubieras aceptado irte para Cúcuta, ese mismo mes te íbamos a cancelar el contrato de trabajo porque el gerente de ese almacén no quería seguir contigo”

Por Nelson Chacón

Soy autor y fundador de este blog, actividad que comencé a hacer para compartir toda mi experiencia en el RETAIL y el emprendimiento de nuevos negocios. Ayudando a emprendedores, profesionales, comerciantes y estudiantes en todo lo relacionado con herramientas e indicadores de gestión para un mejor entendimiento y control de sus empresas.

Un comentario en «Cómo aprender de un jefe “difícil”»
  1. Saludos. En Horabuena encontré tu blog alguna vez y no paro de leer, recordar mi vida profesional y laboral en esa maravillosa empresa y a entender el porqué de tantas cosas. Con este artículo recuerdo un trabajo que se hizo en esos locales para el tema de Utilidad Bruta y que finalmente llevó a encontrar cadenas rotas de malos empleados o, tal vez, muy buenos para lo malo. Quisiera saber de Mario Hernández porque hace tiempo que no lo veo y le perdí la pista

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